TÚ ANARQUÍA.
Como un lobo en celo me lanzo a la ciudad bañada por la luna
llena,
buscando carne,
buscando que un pedacito de pan
se desprenda de unos ojos anónimos.
Como un lobo anémico
me lanzo a la noche inundada por luces
inertes
y en ese baile de inanimadas estrellas
me estrello contra unos ojos antónimos a los
míos
y me zambullo en el río
que cruza de esquina a esquina
este bar de Hospitalet
conectando mi cordillera con su océano.
Su soledad, mi hambre,
las copas a mitad de precio,
el calor, el dominó de nuestra conversación,
el roce, la humedad, la dureza,
los centímetros, los milímetros,
la colisión de nuestros electrones en el aire,...
Y de pronto,
como quién abre un cajón en el trastero de
una casa perdida en un pueblo fantasma,
recuerdo la tormenta de tus ojos
y escapo del bar,
y recorro la ciudad,
que ya es un desierto empapado de sol,
como un dócil perrito arrepentido,
con la luna entre las piernas.
No,
no eché la vista más atrás
que sé que no
que ya nunca volverá más a por ti
que la dejaste respirar y se comió
el aire de los dos
pidiendo amor al río
mintiéndole al vacío
sabiendo que ella nunca volverá
sabiendo que a ella nunca le gustó
mi anarquía
Maldita.
Maldita sea por quererte cómo lo hice.
Maldita,
Que has paseado la ruina en los ojos,
Llagas en la piel.
Esboza esa sonrisa niño rebelde.
Miente(s) más que hablas, y no pares.
No puedes, creía.
No quieres, Lo sé.
Intento escribir sobre el desamor desde el
amor –
Y no.
Porque no odio mi decapitación y tampoco
al verdugo,
Pero,
Ya no me importa.
He dejado de condenar (te) y de
victimizar (me)
Recojo el rastro del pasado,
Lo guardo,
Lo acepto.
Pero ya no puedo cuidarlo ni idealizarlo.
Supura despacito y no me sienta mal.
Que paz esta ausencia. Que paz la
distancia.
La puerta cerrada por amor propio.
La historia de muchos otros.
Me gusto sin ti.
Estoy protegiéndome de esa versión de
loba amamantando al niño cobarde.
No queda lactancia ni alimento para
desnutrirme yo mientras nutro tú hipocresía.
Ya no quiero seguir reconociendo la mía
en el espejo a la mañana siguiente.
Rodeo con las manos mi cintura.
El empoderamiento de la pertenencia de
una misma. Consigo misma. Para si misma.
No puedo esbozar la pena porque yo fui la
pena.
Yo di la pena.
Yo amé la pena.
Y ya, no la tengo.
Existe un peso mayor que será eterno y el
efecto mariposa ha sido que ahora tú y tus desastres se han quedado expuestos y
reducidos.
La brecha de la muerte ha generado un
destrozo y una fuerza.
Cómo podría seguir siendo pisoteada por
ti,
Cuándo no me tumbó despedirme para
siempre del ser humano más importante de mi vida.
Después de un cáncer terminal,
escuchar que tú no has dado mucho por mi,
sabiendo quién eres tú,
cómo eres tú,
y sobre todo,
como fui yo contigo,
es sencillamente irrelevante.
Un dato.
Un dato importante para verme mejor y
quererme mucho más de lo que he tenido que hacerlo para decidir perder cinco
años creyendo amar un bloque de hierro.
Imperturbable,
Separatista
Y,
Egoísta.
Alzad el duelo, volad.
Nadie merece conformarse con menos. Ni
conformarse.
Alzad el vuelo, aunque duela.
Nadie merece quedarse dónde nunca le
vieron.
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