21.08.22

 

 


 

“Hay un momento de nuestra vida en el que pasamos a convertirnos en lo que ya pasa siempre seremos.”

 

Le tengo dormido a mi lado. En casa nueva dos a la que de a poquitos nos vamos haciendo. Ha sido un verano diferente y extraño a momentos. Cumplí promesas, Pisé teatros que alguna vez había soñado, me fui de casa, lloré a rabiar, he tenido más ansiedad y miedo que nunca, me he pellizcado para asegurarme de que no era un sueño todo otras, un sueño bueno digo; he sentido que no he frenado ni un segundo en una montaña de emociones que a ratos parecía la casa del terror y otra era ese asiento del que no quería bajarme nunca. Desde el 07 de Mayo todo ha sido una película plagada de acontecimientos.

 

He creído que estaba huyendo en muchos momentos de este verano, he creído que prefería cerrar los ojos y mudarme a Cadaques, comprar billetes para ver a M en Italia. Marcharme y cambiar de vida. También he sentido que me quedaría a vivir en momentos siempre. Cuando subimos al pico más alto de la Cabrilla y alcanzamos la cima juntos. Cuando hablaste con Nica por teléfono y os visteis la cara en una videollamada y te dijo que estaba convencida de que eras igual de guapo por dentro que por fuera. El día que casí rompo a llorar pero me abrazaste y me dijiste que yo era lo más valioso que tenías. Cada vez que te presentas como mi novio sigo pellizcándome sin que me veas la muñeca. Para cerciorarme de que todo esto es real.

 

 



 




El otro día con Mamá fue extraño y bonito ver como las cosas van sucediéndose; lo de crecer y volar del nido y asentándose de diversas formas. No vivir juntas hace que se refuerce lo bueno, claro. Mamá siendo mamá, Mamá acompañándome al médico, mamá ayudándome a tomar decisiones respecto a la vida laboral y la vida en casa como mujer adulta que hace lavadoras y limpia y compra porque mujer adulta vive independizada y voló del nido. Mamá como Mamá y Mamá como suegra porque llega mi novio y cenamos los tres y se llevan genial y está es una faceta de la vida que no conocía.

 

Mi mundo aproximándose al teatro. La posibilidad de vivir junto al mar y trabajar como actriz. La productora. Montar la siguiente obra. Las decisiones y los cambios y todos los miedos que estos producen y la certeza extraña sin embargo de que voy dando y daré los pasos acertados porque quizás son todos los pasos que damos lo únicos que eran correctos porque por eso se dieron. Y aceptar la incertidumbre porque eso forma parte de esto no? de vivir.

 

Te echo de menos todos los días de mi vida papá porque tendría tanto que contarte aunque me consuela pensar que desde allí lo ves y me guías.

No me tatúe tu nombre, ni a simba ni aquella frase nuestra pero al final me tatúe tu cumpleaños y el estreno porque todos tus cumpleaños celebran el día que abriste los ojos al mundo y decidí que yo siempre te celebraré y te recordaré y te recuerdo así. Lleno de vida. Abriendo los ojos al mundo. Celebrando tu nacimiento, que llegaste y que siempre serás mi padre que siempre vives porque lo haces en mi y porque yo me encargo. También a Cass, la chica más hermosa de la ciudad porque era tu cuento favorito y también el mío y porque aquella última tarde que estuve en tu salón y tú con vida porque nunca más volvería a ese salón y tu estarías vivo me regalaste el libro y nunca faltará en mi estantería de todos los salones que ahora me toque a mi ir construyendo.

 

Averiguando la dificultad de las relaciones pero sobretodo la de la convivencia. Porque ese paso de vivir con alguien es algo muy meditado que debe hacerse despacio y yo, como una buena metáfora de la manera en que siempre viví no lo hice ni lo hicimos así. Porque después de dos años vivimos juntos tal vez incitados por el bucle de acontecimientos, mecidos por la ola de la vida que nos empujó a esto y con todas las turbulencias que eso implica y hasta hace muy poco ha implicado, llevamos unos días de paz que parece que empieza a ser algo más constante. A veces creo que estamos encontrando el equilibrio aunque esta siendo complicado muchas veces y a pesar de todos los cabos que quedan por atar.

Y en este cachito de paz en el que tú duermes con tu pie acariciando mi muslo y yo escribo y leo me siento afortunada y te digo ya sin vergüenza que te quiero. Porque te quiero. Aunque no sé a ciencia cierta todos los porqués de esto.

 

A veces pienso en X. Cada vez menos, era cierto aquello del tiempo. Al final uno siempre acaba comprobándolo. El otro día me preguntaste si le echaba de menos y fui sincera porque dije que no y ni siquiera titubee. Ya no le echo de menos. Y cuando lo pienso ahora creo que so tiene una magnitud enorme. Le voy a querer siempre. No es posible borrar lo vivido porque fue mucho y con tanto tiempo de por medio ya solo soy capaz de rescatar todo lo bueno y a día de hoy cobra forma de una película adolescente preciosa y truculenta a partes iguales en la que la chica se enamora pero es ese amor de tránsito y puente hacia el crecimiento y la madurez y como todo amor de tránsito solo pudo vivirse así. Con esa intensidad descomunal, con ese amor letal y ese contigo hasta la muerte y si te vas me muero que al final, nunca es así. Que al final nunca te mata. Que al final, sana y se cierra quedando como, eso, una película tierna que nunca olvidaré. Fuimos una peli preciosa y fue una forma de amar tal vez no correcta pero ya no seré capaz nunca de arrepentirme ni de haberlo hecho de otra forma porque la forma que fue posiblemente fuese la única posible y sigo pensando que “Aunque tú no lo sepas” nos acompañará siempre en canción y en libro a ti y a mi. Y eso, es un cierre precioso para una historia.

 

El Viernes nos fuimos a las doce de la mañana de casa y no volvimos hasta las ocho. No voy a poner por escrito todo lo que paso ese día pero tus pupilas y las mías y la terraza al lado de casa y ver el mundo diferente y el parque y los pájaros y los gorriones que comieron picotas aunque siempre te regaño porque comes fatal y vas a tener un colesterol tremendo te digo y la piscina y el kebab y las películas abrazados. Estoy empezando a hacer recuerdos contigo. Sabes? Eso es lo que esta pasando. Y tú me dices que hoy ha salido Lucía y otros días patricia y otros Marilyn y yo me río porque tú eres piecitos y juntos estamos siendo muchas cosas y sé que nunca habías sentido que te necesitasen en algún sitio y sé que nunca habías escuchado te quiero tantas veces seguidas y sé que nunca te había enseñado que todo se puede tratar con amor y creo porque esto no lo sé pero empiezo a verlo y me alegra y espero no equivocarme que te voy contagiando el afecto y el tacto y cada vez eres más mimoso y yo te lo noto pero callo pero por dentro sonrío y pienso que te estoy enseñando una forma de amar que no conocías y es que jo, la vida sin conocer el amor no era vida asique seguiré callada mientras tú sin darte cuenta te conviertes en alguien capaz de tocar, de abrazar y de acariciar y yo pienso que te estas liberando de tantos rotos mi niño, de tantos… y soy feliz por ser partícipe de ello y en cierta medida descubrirte que era posible.

 

Tengo dos semanas para correr a ver el mar. Para cargar de libros nuevos la mochila. Para decidir si Madrid o Valencia pero siempre el teatro. Posiblemente quedan a la vista muchos días de tormenta, volveré a llorar. Seguro. Pero lo contrarrestaré con la risa y el amor porque de pronto ese banquito del que siempre hablaba en el diván; el banquito que solo tenía una pata y le faltaban tres, empieza a tenerlas todas.

 

Es algo muy curioso vivir.

 

 

 





 

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