LA PLAYA.




"Perdóname si te canto con una lengua mortal." - A. Liddel


 
El sol tostando mis mejillas de maíz ,
El color turquesa en la mar,
Las rocas y los besos de las olas,
Las vistas desde el balcón,

Te echo de menos.

El café de por la tarde,
La sobremesa interminable,
Charla de todo con mamá,

Pronunciar una y mil veces tu nombre con mamá,
Llora mamá y yo fumo.

El gofre de chocolate caliente con helado frío de vainilla,
El sonido de tu risa que irrumpe como recuerdo,
La infancia,
Vosotros enamorados,
Vosotros sin dejar de estarlo,
Nosotros siendo tres,

Nosotras, que ahora somos dos.

La playa,
Los niños jugando,
Su inocencia,
Lo mortal,
La finitud de todo,
La caducidad,

Este duelo.

Las casitas blancas en mitad del paisaje verde,
Azoteas sobrevoladas por gaviotas,
Aquel chiringuito cutre,
Las paellas de calidad,
El camarero cansado que aún tararea cuando sirve vermú,
La camarera que hace que no ha visto el guiño de ojos de ese cliente,
Mi cerveza fría,
El albariño de mamá,

Necesito que me digas otra vez “Te quiero.”

El matrimonio mayor y canoso de la mano y encorvados,
El paseo marítimo,
La embarazada que descansa cada cinco pasos,
Los chicos musculados y bronceados del volley- ball en la playa,
La rubia en topless,
La morena de culo imponente,
El silencio en la terraza,

Los poemas que no sabré nunca dejar de escribirte.

Cerrar los ojos,
Las horas lentas en contraposición a la velocidad de la ciudad,
Pertenecerse o empezar a hacerlo,
Encontrarme la mirada cómplice de mamá,
Recordar que nunca dejamos de serlo,
Pensar,
Tan pronto frío como calor,
Brisa,
Los globos de colores en la terraza del vecino de enfrente,

Olvidarme alguna milésima de segundo de que no puedo encontrarme contigo.
La grieta en el pulmoncito cuando te busco y entonces me acuerdo.

La espuma blanca que genera el vai vén  del agua,
Bailar hundiendo fuerte los pies en la arena,
El pescador con alma de corsario,
Cruzarnos sin llegar jamás a conocernos,
El desconocido de ojos tristes apoyado en esa barra de bar del que te enamoraste el tiempo de duró una merienda,
La mujer del Donner kebap que barré y yo nunca me atrevo a preguntarle de qué color son sus ojos,
El horizonte punta a punta con el dedo índice pero siempre inalcanzable,

Te me has ido demasiado pronto.

La calma,
Sin tempestad,
El refugio,
Las nostalgia,
Los amantes que tuvimos cuando suena tal canción,

Tú cáncer de Páncreas.

El futuro,
Que ya no haya futuro,
El pasado,
La felicidad,
Carretera,
Sigue mirando hacia delante,
Já, claro, como si fuese fácil,

Te fuiste en siete días.

El gorrión que come mis migas de pan,
Las cenas oscuras con el faro iluminado,
Las ventanas de casas ajenas,
Los salones de vidas desconocidas,
Una pelea en la esquina,
Una reconciliación junto a la acera,
El beso en la frente del chico tímido a la chica huracán,
El comienzo de una historia,
La ruptura de otra,

Te has muerto y no puedo acostumbrarme.

El sol que juega al pilla – pilla con las nubes,
Sorprenderme cuando estoy contenta a pesar de la lluvia,
La estela blanca de aviones que siempre me pregunto dónde van,
Las antenas parabólicas sintonizando la caja tonta y agudizando la estupidez humana,
Conectarnos con el mundo a través de aparatos e inmediatamente desconectar del resto,
A veces somos ciegos omnipresentes e incluso presentes,
El rugido de una moto y la sensación de libertad de quién conduce,
Un beso robado,
Ese abrazo fuerte,
La caída inoportuna delante de la persona inoportuna,
La mejilla ruborizada,
El chico que derrama una lagrima en la estricta privacidad de su cuarto,
Una chica que lee y subraya a lápiz,
Los muebles negros del octavo B
El arcoíris en los del octavo C,

No vas a volver.
Estas muerto papá.

Me he sentado a escribir,
En definitiva, la vida que sigue.

Tengo un boquete gigante en el alma, papá.


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