Y.

 

 

 

 

 

 

Pensaba que sería imposible volver a sentir todo esto.

Y sobretodo volver a sentirlo mejor. Porque tú también formas parte.

Porque no me niegas – todo lo contrario.

Porque mis cinco días allí contigo fueron bestiales.

Porque los cinco tuyos aquí conmigo fueron mucho más bestiales.

Porque te echo de menos en la distancia como no echaba de menos desde hace siglos.

 

Porque estas fatal. Porque lo aconsejable sería no meterme ahí.

Porque tienes mil problemas en la bomba de relojería que es tu cabeza.

Pero es que pensaba que no volvería a encontrarme con una.

Y ahora, después de tener la granada entre las manos, la boca, los muslos, y en cada rincón de mi cuerpo.

Después de las risas, fumar, los videos, estar, revolcarnos, tirarnos en el sofá, llorar juntos con películas, colocarnos mientras bebemos whiskey y me enseñas “malviviendo”, mientras te devoro en mi sofá con tú música y la mía de fondo….

 

Lo único que tengo claro es que no debería meterme en ninguna parte contigo y también tengo claro que ya es muy tarde.

Voy de cabeza.

Y si nos estampamos, hagámoslo.

 

Me has dicho que me aleje. Que me vas a volver loca… y ya lo estoy. Nací así.

Me has dicho que me aleje pero esta vez eres tú quién vuelve a buscarme.

 

Y yo, estoy deseando que me encuentres porque me he dado cuenta que no cualquier clavo saca otro clavo.

Pero uno que arde como lo haces tú…. Ese sí.

 

Ya me estoy muriendo de ganas de verte y de tocarnos… Kurt Cobain.