Siempre me doy cuenta de eso.

 

 

 

Me prometí no borrar nada de lo q escribiese en este blog.

Porqué decidí q era mi lugar real. Mi lugar seguro. Mi espacio.

Y como la vida misma, el sitio dónde van a parar los sentimientos e ideas tal y como vienen.

Por eso, aunque a veces me gustaría borrar muchas cosas aquí escritas, decido no hacerlo.

Y ya ves, como la vida, lo que uno piensa a las seis de la tarde puede cambiar a las seis de la mañana.

Lo que uno pensaba la semana pasada nada tiene q ver con lo que piensa ahora y así suma y sigue. La vida.

 

Lo siento. Lo siento un montón x ayer.

Lo siento x un montón de cosas de estas últimas semanas e incluso meses xq si lo pienso con claridad, desde Mayo no han dejado de suceder cosas q hacen muy difícil una vida tranquila. Una sintonía. Una paz. Desde Mayo no ha habido paz.

 

Hoy, que he podido limpiar la casa, ordenar, fregar y hacer lavadoras.

También estudiar un poco y avanzar.

Ducharme y sentirme despejada, quitarme la modorra, el cansancio y el peso acumulado. Arrastrar con agua un poquito la ansiedad; hoy, después de todos los quehaceres me siento aquí para despojarme también en la medida de lo posible de la culpa.

 

Dicen q nuestros padres son el comienzo de todo. La infancia en general.

Ayer de madrugada me convertí en una versión de mi misma q casi nunca sale.

Q he trabajado infinito en terapia. Q odio desde lo más profundo de mi ser.

La violencia me repugna. Ejercerla yo – aunque no de manera física pero da igual es exactamente igual de horrible la verbal – me repugna el triple.

Sé q te asusté. Yo también me asusté.

Si había algún argumento para justificar lo mal, lo francamente mal q estaba ayer, con la manera en q me comporté destruí cualquier posibilidad de encontrar una explicación pq no hay nada más cierto q en el momento en q las formas se pierden, todo lo demás cae a plomo. Nada ya puede mantener la razón en su sitio.

Si las formas se pierden tú has perdido.

No me malinterpretes. Esto no va de ganar o perder. Los dos estamos pasando un momento bien complicado. Tantos cambios en tan poco hacen estragos en cualquier cabeza quiero pensar.

Pero da igual. Todo da igual cuando pasan cosas como las de ayer. Te asusté. De verdad soy consciente de q lo hice y de q la cajita de bombones nestle q te he comprado quizás no arreglen nada pero aún así me ha apetecido mucho comprártelos pq sé cuánto te gusta el dulce y cuánto me gusta a mi verte feliz y aunq a veces quiero desistir y seamos el agua y el aceite y me pregunto si habiendo tantas cosas q no me gustan o no me hacen del todo feliz algo de esto merece la pena sigue resultándome precioso verte feliz y sigue pareciéndome incalculable la valía de los momentos en los que lo soy contigo.

Hay muchas cosas que me hacen feliz contigo. Creo que tú me haces feliz aunque a veces no y me pasa, me pasa un montón, me pasó sobretodo cuando estabas en el quirófano y yo miraba casa nueva dos y no te encontraba y pensaba que tengo claro que no quiero un hogar sin ti porque contigo me siento más en casa.

No quiero que vuelvas a tener miedo de mi. No quiero volver a odiarme yo observándome ser alguien que no soy.

Supongo que tenemos muchas cosas que mejorar. Quién no. y que aprender el uno del otro y de lo que es convivir y ser adultos y hacer todo eso juntos sin un previo de práctica porque nuestras cartas se han dado asi aunque no sé si alguien tiene previo de práctica en la vida. Nadie juega con ventaja total. Es la verdad.

Pero luego me dices cosas como las de ayer antes de que yo perdiese mi identidad. Cosas como: “eres diferente y muy especial y muy sensible pero yo por esas cosas te quiero.” Y me doy cuenta de que el daño a veces sale desde el amor. Te hice mucho daño pq te quiero mucho (odio esa frase la odio muchísimo) pero prometo que hay algo de verdad.

Te hice mucho daño porque salen las cosas mal gestionadas, las taras de la infancia, la mochila que el diván cura pero siempre queda un pelin y a veces se descontrola y además te quiero mucho y hay una canción que dice “we always hurt the ones we love the most” y a mi me enrabieta verte con eso que tenías en la mano pq siempre pienso que no quiero que vuelvas dónde alguna vez estuviste y me entra impotencia y por eso utilizo una ventana abierta de excusa para estallar con todo.

Te prometo que no me estoy justificando. Solo te pido perdón y te digo que te quiero.

 

Al final me he encariñado con esta casa sabes? Esta casa ya tenía de los dos y uno al final le coge cariño a los sitios pero creo que se les coge cariño por las rutinas q se generan en ellos.

Son los momentos vividos dentro de las casas los que generan el cariño a la casa.

Son las noches que nos tuvimos que ir al hospital por tus muñecas y lo descubrimos en el sofá. Son las peleas de juegos que se parecen al pilla pilla entre la mini cocina y el mini pasillo contigo. Son el lanzarnos la ropa limpia mientras la guardamos y nos reímos juntos. Son las tardes de sofá y peli cerca de la ventana. Son los días que llegabas cansado y dormías cerca de mi mientras yo escribía. Son los chopitos en la frente mientras cocinamos en un cubículo enano y las cenas tan ricas que me has preparado. Son todas esas cosas las que hacen que uno coja cariño a las casitas donde vive.

Ahora veo las cajas y la casa medio vacía y solo deseo que te vengas conmigo y no te canses. porque yo, de tu equipaje- ese que hace que a veces piense que somos demasiado distintos o que me faltan cosas que no sé si sabrás darme y yo demando- no me he cansado xq tengo la esperanza y la fé de que allí en el mar nos asentaremos por fin y entrará la rutina real pero también fácil del trabajo de ambos, del sueldo de ambos, de la paz que da saber que no hay que hacer más cajas, que no hay que volver a cambiar en menos de tres meses de lugar, que no hay que abandonar trabajos y con suerte no habrá accidentes tan de seguido ni hospitales y todo eso dará paz y en la paz sí podremos baremar la vida en común.

Ahora no. Porfa, ahora no. porque ahora han sido demasiadas cosas que alteran y vuelven las cabezas y emociones locas y yo sé que allí ya no.  

 

Espero que te gusten los bombones que he comprado.

Te quiero. Siempre me doy cuenta de eso.