COLOCAR UNA CAPA DE OPIO SOBRE UN VOLCÁN.
A veces siento que mi cabeza es una
cuerda de hilo muy fina y yo una simple funambulista a punto de caer o
colapsar.
Me siento muy identificada con Anaïs y lo
que cuenta en sus diarios.
Sus ideas y su forma de vivir y de sentir
la vida.
Especialmente, esa relación tan especial
que tenía con sus diarios.
Cuando el mundo se desmorona aquellos que
necesitamos vivir del arte porque lo demás, la estructura de este mundo tal y
como es no nos sirve apenas para respirar, acudimos a un lugar seguro, a un
refugio dónde vomitar todo lo que
pasa por dentro.
Yo, que toda la vida he tenido diarios,
que amontono uno tras otro, ahora acudo aquí, a este blog que al final acabé
convirtiendo en diario a pesar de que en cierta medida siempre lo fue.
Y es aquí dónde me deshago de placer y
también de lagrimas.
Este es el rincón dónde dejo de aparentar
ser fuerte y me permito romper.
No sé porque soy una tipa dura.
¿Os pasa a vosotros?
Eso de que todo el mundo te dice lo
valiente, fuerte, el par de ovarios que
tienes y hasta te piden consejo. De todo tipo, de cómo enfrentar problemas
en casa, amorosos, laborales…
Y tú los das eh. Y los das de puta madre.
Pero luego tecleas tres “w” y llegas aquí para poder gritar: Lo
único de lo que tengo ganas es de mandarlo todo a la mierda. A mi inclusive.
Supongo que toda la basura que tenemos
por dentro no es fácil compartirla.
Supongo que por eso casi nadie sabe lo que pasa por mi.
Incluso con los amigos, no sé, no es tan
fácil sentarte a decir: No sé ni que cojones es pero te aseguro que mi vida
actualmente no hay por donde cogerla.
Y no, no es drama. Soy plenamente
consciente de que se puede estar peor.
Nos ha jodido, hay bombas cayendo y
familias enteras que se levantan sin saber si llegaran a la noche vivos. Joder,
no me estoy poniendo ahí.
Pero hay veces que la vida, de verdad, no
sé por dónde cogerla.
Desde hace un año, llevo peleando con
uñas y dientes y estoy cansada de ser
Valiente
Fuerte
Creativa
Incansable
Independiente
Firme
Admirada
Bla bla bla… (y estos adjetivos previos
no son a modo de echarme flores, encima no os vayáis a pensar) son palabras que
llevo escuchando hacía mi persona desde el puto fatídico noviembre de mierda
del 2018 y que me tienen hasta el coño.
Las he agradecido y las agradezco, pero
es que estoy hasta el coño y me apetece llorar y gritar y cagarme en
absolutamente todo y a ser posible que me abracen muy fuerte y en silencio.
Estar en un silencio de la hostia única y exclusivamente abrazada.
Pero también pasa que quiero que me
apetezcan los brazos que me abracen.
Y eso, ya es otra historia. Porque estoy
apática y no tengo apetencia ni deseo.
O tal vez sí, pero como si no.
Esto último no lo podéis entender
expresamente porque no quiero que se entienda.
Es aposta.
Han sacado un recopilatorio de canciones
de mi Joaquín versionadas por otros cantantes maravillosos como mi querida
Travis.
Curiosamente mi canción por excelencia, Princesa no me termina de
convencer en este nuevo recopilatorio.
Puede que sea porque llevo tan arraigada
esa canción, como me pasa con Buena chica
de los Secretos, que ninguna posible versión en este mundo salvo la
original me podría gustar.
Sin embargo hay una, cerrado por derribo que me flipa. Quizás porque últimamente yo también ando cerrada por derribo.
Callando más de lo que digo
pero diciendo la verdad
Le llamaré mañana, hoy se me hizo tarde
esta forma tan cobarde
de no decirnos que no.
Este virus que no muere ni me mata
Los versos del capitán
Este hacerse mayor sin delicadeza
Este baño con rimmel y nembutal
Cada uno que lo entienda como pueda y como quiera. No salvaría ni una linea de esa canción, las pondría todas, porque todas podrían ser yo, porque en todas me reflejo.
(Todo esto debería no hacer falta decir,
pero por si acaso lo digo, que nunca jamás me podrán gustar más que en la voz ajada y
desgastada del señor y creador de las mismas.)
Me hace gracia cuando me veo escribiendo
aclaraciones tan tontas.
Creo que es porque como nunca podré saber
quién me lee, y tampoco desde hace mucho publicito mucho este blog, salvo
alguna publicación muy concreta, porque por lo general, como he comentado
antes, lo he convertido en un espacio privado de desahogo, pues pienso que
siempre puede colarse alguien nuevo a miles de kilómetros de distancia y
empezar a leer de nuevas. Sin conocerme.
Supongo que por eso aclaro.
En fin bueno, hoy no venía a contar nada
especialmente interesante.
Solo a gritar un poco y repetir, porque
me quedo muy agusto, que últimamente estoy hasta el coño.
Que mañana me pondré guapa y me iré a
tomar vermú, a sonreír e incluso a bailar como si la persona que escribe aquí y
la chica de botas negras y pitillo ceñido no fuesen la misma.
Pero
lo son.
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