RARO DE LUNA.






Bueno pues media población en pánico absoluto (Sandri, hay que reconocer que también) con el tema del Corona.
Yo, sinceramente no estoy en modo fobia no pisar la calle.
Tengo que batallar con mami un poco porque intenta aparentar que no, pero esta cagaita.
Lo que sí me asusta es Nica.
Y me jode no poder ir a visitarla como medida preventiva y me asusta que de igual manera lo pueda pillar.
Nos llamamos todas las noches y yo que sé, que tengo morriña. Y que si le pasa algo me voy detrás. Pero que no me mola el morbo ni darme caña con ese tema asique cuando ese pensamiento viene, lo expulso.

La cuestión es que como todo se ha paralizado bastante, y está la cosa un poco rara pues tengo más tiempo libre y gran parte de ese tiempo lo empleo en películas y libros.

Mamá tiene unos libros preciosos. No hay nada que me guste más en el mundo que encontrarme entre las páginas lo que ella subraya a mi edad.
Me flipa darme cuenta de lo parecidas que somos.
Ayer, en el libro de Aute encontré subrayadas todas las canciones que para ella eran y son sus favoritas, y es acojonante pero son exactamente las mismas que las mías.

Por si estáis igual que yo con bastante tiempo para vosotros y queréis emplearlo en cosas así, os voy a dejar por aquí algunas recomendaciones.

Como me he pasado casi toda la mañana leyendo y releyendo también aprovechó para dejaros mis dos poemas favoritos del mundo mundial.
Tengo muchos, igual que canciones y películas, pero siempre hay algunos que encabezan la lista y en el tema poesía yo tengo dos muy concretos.
Dos, que pase el tiempo que pase siempre me remueven absolutamente todo.





Libro De Aute:










Todas las hojas que veis aquí marcadas y subrayadas a lápiz, son de mano de mi madre, no mías.
Y coinciden con mis canciones favoritas.
Literalmente, las mismas.

Poesía completa de César Vallejo:

El poema favorito de mi madre se llama "Los heraldos negros" y es este.
En eso no coincidimos.
A mí también me encanta pero no es mi favorito.
Para ella lo es por los versos iniciales:

"Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé"

A pesar de no ser mi favorito, con los años ha llegado a removerme mucho y reconozco que me eriza la piel, porque después de ti Papá, esos versos duelen a rabiar y sobretodo, los entiendo. Los entiendo tanto.


Finalmente en la propia foto lo podeis ver, "Raro de Luna" de Javier Egea.
Un libro precioso, con dibujos y citas maravillosas.
Lo recomiendo también un montón.

Y en especial lo recomiendo porque Javier sí es uno de mis poetas favoritos.
EL libro tiene una cita, una en especial, que me ha llamado especialmente.



Brutal. Al menos para mi gusto.




Y ahora sí, también os dejo por aquí mis dos poemas favoritos.
Esos que siempre, siempre, siempre encabezaran la lista.
Por si os apetece echarle un ojo a sus autores y leer más sobre ellos.

Uno es de Neruda y otro, como ya he dicho de Egea.








PUEDO escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada, 
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería. 
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella. 
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. 
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. 
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca. 
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos 
           árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. 
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis
          brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.


Este poema por y para siempre. Nunca sabré explicar lo que sentí la primera vez que lo leí ni lo que sigo sintiendo cuando lo hago. Exactamente igual que me pasa con el de Javier Egea.
Solo sé que me acompañaran ambos para toda vida. Y que nunca dejarán de encabezar la lista.



Yo no sé si la quise pero andaba conmigo
me guiaba su risa por la ciudad tan gris.
Ella tenía en su boca colinas de Ketama
y el cielo de sus ojos me pintaba de añil.
Yo vi tantas estrellas como ella puso siempre
en aquel cielo raso como paño de tul.
Ella llevaba el pelo como la Janis Joplin
y los labios morados como el Parfait-Amour.
La he perdido en un bosque de jeringas brillantes
por donde nos decían que se llegaba al mar;
se fue sobre un caballo de hermosos ojos negros;
por más que yo me muera no la podré olvidar.
Bajo el cielo ceniza me conducen mis piernas,
esta noche no tengo ni esperanza ni amor.
Solo queda el calor de mi pobre navaja.
Hoy me he visto la cara de un retrato robot.
A pesar de sus ojos he salido a la calle,
a pesar de sus ojos me ha tocado vivir.
En un barrio de muertos me trajeron al mundo.
Esta noche canalla no respondo de mí.


La "Noche Canalla" de Javier.
Desde el título hasta el punto final. 
No tengo palabras tampoco para explicar pero nunca existirán unos versos que me hagan sentir más que estos.
Nunca.



Ojalá os gusten y vosotros también encontréis los vuestros, si es que no los tenéis ya.

Suerte con el corona chicos, que no cunda el pánico, al menos todavía.

Feliz Martes.




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