FLOR DE TARONGER.









Nos la hemos jalado entera.
Hemos abierto un vino, hemos brindado por ti Papá. Los tres.
Por tú día. Por tú vida. Por quién fuiste y serás, siempre para nosotras.
Y para Charlie que ahora toma el relevo y nos cuida.

Me he puesto “guapa”. Ya sabes, la melena mía que tanto te gustaba aunque ahora es cortita, pero igual de rizada que siempre.
Un buen pintalabios rojo a juego con una camiseta del mismo color.
Porque dicen que cuando una morena se viste de rojo, se siente más guapa, o sexi, o empoderada…
Y yo, hoy, lo que me sentía es ilusionada. Ilusionada como lo estábamos siempre que llegaba tu cumpleaños y tú estabas por aquí, planeando conmigo.

Claro que me ha costado.
Todavía me cuesta todo un mundo en lo referente contigo Papá.
La diferencia es que ahora soy más guerrera. Cada día más.
Y me visto con garra y fuerza, esa que me decías que yo tenía y la tenía de sobra además.
Y hago honor a todas esas cualidades que tú veías en mi.

Ya no me torturo con todo el tiempo que pudimos compartir y no compartimos.
Ya no me torturo con el “abandono”. Porque lo he llorado muchísimo en terapia.
Y lo he conseguido colocar.
Me he destrozado. Roto. Y hecho añicos.
Y ahora, voy recomponiendo.

Porque de lo que no he dudado ni un instante es de que incluso los errores, siempre nacieron del más absoluto amor.

¿Qué te ha parecido la idea de Mamá respecto a los macarrones?
A mi, precioso.

He pensado hoy mientras comíamos, en tu carita.
En lo que estarías pensando desde allí arriba brindando con los abuelos.
Y sé, que aunque no supieses llorar, estarías con las chapetas y los ojos brillantes pensando en Mamá y en lo que se ha currado esos macarrones.
Porque esos macarrones significaban tantas cosas…

¿tú crees que alguien entendería que a veces el amor. El amor gigante. La máxima expresión del amor más real y puro, el que sigue después de los años, del divorcio y de todos los rotos que nos hicimos los tres, puede resumirse en una jodida bandeja gigante de macarrones?

Yo sé lo que me digo.
Y tú también.

Sandri es mucha Sandri.
Ahora lo voy comprendiendo Papá.

Joder y esa tía es mi madre eh.

Y joder que chavala tan afortunada yo, de teneros a los dos.

Echo de menos poder contarte mis líos mentales a viva voz.
Los llevo bien.
Algunos días peor.
El problema es lograr aclararse del todo con algo. Sabes.

El futuro laboral, los sentimientos…

Los sentimientos son lo más complicado siempre.

A veces me entra la risa pensando que los sentimientos son como personas independientes y un tanto puñeteras.
Los míos son un puñao de locos viscerales e impulsivos que están igual de ciclotímicos que yo.
Se van por todos lados y no saben si suben o bajan… que tíos…

A veces les imagino corriendo como locos esquizofrénicos perdidos, como dibujos animados…

Ay, mi cabeza.. ay la cabecita loca…

Cualquiera pensaría que estoy chalada. Los adultos siempre piensan así.
Pero tú te descojonarías.
Y empezarías a buscarle nombres a esos monigotes de los que te hablo.
Y acabaríamos sabiendo hasta como van vestidos.

Esa magia nunca debería perderse.
Los adultos no deberían perderla.

El otro día volví a leerme “El principito”.
Cuánto me ha gustado siempre ese libro.

¿Sabías que era el libro favorito de James Dean?

Lo entiendo perfectamente. Entiendo que lo fuese. Cómo no iba a serlo.

Por eso también entiendo tan bien, que tú siempre fueses de Peter Pan.

Hay una parte de vosotros parecida.
Creo que hay una parte de las personas frágiles, algo rotas y sensibles que siempre se parece.

Te contaría mil cosas… lo haré.

Hoy no quiero explayarme mucho…Hoy solo quiero subirme la música y seguir celebrando tu día.

Es raro.. no estoy poniendo en exceso a Joaquín o Serrat… estoy poniendo algo más aleatorio, a Quique, Rubén Pozo, ran ran ran, los punsetes… yo que sé Papá, a algunos de estos ni los conocías y probablemente subirías la ceja, te reirías y me dirías algo así como:

Que cosas más raras escuchas enanilla….

Pero es algo que me hace cantar en alto y hasta pegar brincos por el cuarto sola…

Tal vez nace de la necesidad de fuerza. Este no permitirme hacer de este día algo triste sino algo precioso y maravilloso aunque este más sensible de lo habitual…
Todavía me cuesta mucho todo como te he dicho, pero Papá sí algo me enseñaste con certeza es que la vida era maravillosa y ha de ser vivida. Siempre.

Y eso hago por mi. Y ahora también por ti.

Sabes, el día que consiga levantar una cerveza en Berlín,
El día que consiga estar fuera de una tienda de campaña en mitad de África, por la noche, mirando el cielo estrellado en el silencio especial de la selva… con los ojos fijos en ese cielo estrellado como cuando Simba y Mufasa miran el cielo…

En esos dos momentos, voy a saber exactamente qué decirte y sé, sé que ahí voy a saber exactamente que estarás contestando.

Todavía no puedo saberlo. Esa es la magia.
Como explicártelo, es una sensación que tengo muy adentro.
Y la tengo tan clara como mi nombre. Es una certeza.

Celebraré los cumpleaños que tú querías celebrar.
Y en ese momento volveremos a hablar, sin necesidad del papel.

Creo que será especial porque no me imagino sola ¿sabes?
Siempre pienso que (sobretodo en África mirando el cielo tirados fuera de nuestras tiendas de campaña) tendré al lado al amor de mi vida.
Y él sabrá todo esto. Y mirará al cielo conmigo. Y brindará conmigo y por ti.

Es rarísimo. Pero te prometo papá que es una certeza.
Aún es todo sombra. No sé que edad tendré. No sé quién será el que este a mi lado.
No sé qué nos diremos tú y yo.

Pero lo único que sé con seguridad y me vale.
Es que sucederá.
Dame tiempo.

Feliz cumpleaños Peter. William Munny. Capitán trueno.

Feliz Cumpleaños Papá.
Te quiero hasta el infinito y más allá. Como buzz lightyear… ya sabes…










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