LA MUERTE DE EFFY


"He mirado dentro de mi. Hay alguien escribiendote poemas." - Srtabebi



 
El invierno en los huesos.
Cuanto frío acumulado en las manos. Dirías que se están cayendo las hojas de mi sonrisa pero el otoño siempre ha sido triste ¿no?
¿Tienes miedo? Desde que cuento la distancia entre nuestros besos yo también.
Estoy cuesta arriba, me pesa el plomo de las piernas y los sentimientos se escarchan, no creo que puedas (ll)amarme.
Voy a fijarme en caras tristes, ya lo se. ¿Tu has vuelto a ser feliz?
Digo, ahora que no estoy yo será más fácil.
Me he reconciliado con la paloma que nunca te entrego el mensaje, fue culpa mía no saber decir “te quiero”.
La tuya no hacerlo de vuelta.
Esta lengua venenosa de serpiente enamorada de los vicios del poeta, de su piel de lobo, del mordisco en el corazón y no en la boca.
Como no escribir versos si nunca le hable con sinceridad a esa cara.
No cuento que sigo sosteniéndote en brazos cuando nadie me mira,
Nunca reconozco que no estas. Que nunca estabas.
Me he disculpado por la rabia de amar y me han vacunado contra las muñecas de trapo que lloran.
Me he enjuagado las quejas por ocupar baños donde el reflejo me devuelve la mirada con decepción.
Ya paso niña bonita, ya paso. ¿Pero porqué?
Campanilla, tus polvos no eran mágicos si no mentira y me las he comido todas rebañando la caridad ajena que me han prestado algunas noches.
Ojalá alguien volviese a leerme un cuento. ¿Me puedes repetir aquello del final feliz? Se me han olvidado todos.
Perdona, ¿Tienes un cigarro? A mi solo me queda humo y no abriga.
El cobarde que dormía en mi cama tuvo la valentía de abrazarme y cuánta tragedia derramé por la mejilla.
Sé que no eres culpable de no saber limpiar este desastre.
Yo tampoco.
Te conozco a oscuras pero no te presentaste a plena luz.
A nadie le debemos tantas deudas como a nosotros mismos, supongo.
Seguro que nos amanece con música, estoy tranquila. Seguro que te voy a querer mal, ¿estas tranquilo verdad?
Ya lo sabes, nos volveremos a encontrar cuando no me acuerde que hieres y tu tampoco lo hagas de que intentaré cuidarte – lo hago con odio porque no sé hacerlo mejor.
Podrás invitarme al parque y columpiarme con promesas que no vas a cumplir para que yo te diga: encantada, siempre dejo entrar a un posible terrorista emocional.
Era la viuda negra,
La chica imperfecta,
La pobre diabla,
¿Como no iba a hacerte daño niña?
Yo lo entiendo.
Hay partidas que tienen que acabar antes de tiempo, la dama no puede dar jaque al rey si se enamora.


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