PA QUIEN LE INTERESE AUNQUE NO CREO QUE A NADIE.
Estoy en mi balcón. Este nuevo balcón que
me he creado. Pies en el alfeizar, aire fresco de cara, sonidos de calle y
ordenador en mano.
Me duelen los pies de haberme pateado
literalmente medio Madrid andando.
He ido a meterme en el metro pero resulta
que a las doce y media ahora cierra.
Asique otra vez, caminata inmensa,
converse haciéndome heridas y música a todo volumen.
Por un lado me flipa recorrerme Madrid
sola y especialmente de madrugada.
Por otro tengo la sensación de que todo
se repite cíclicamente. Recorrer Madrid de noche. Con la música muy alta y la
vida en general bastante baja.
La putada de recorrerse horas y horas de
paseo por estas calles sola, es que cada puñetera esquina me trae un recuerdo.
Ya, ya, eso no es una putada cuando estas
contenta.
Cuando te sientes sola y asustada, es un
putadon de los gordos.
Vengo de estar con mis mejores amigas.
Luego me he quedado sola rodeada de tíos
hablando y riendo. Lo he pasado muy bien.
Las demás tenían que irse.
Unas a una fiesta y la mayoría a compromisos
con sus novios…
La vida pasa.. a veces me siento
profundamente rezagada.
Yo me he quedado y lo he pasado genial.
Pero luego vuelvo a los paseos sola, a
las calles de noche con las canciones que elijo para cada momento y que cada
puta noche de verano cambian.
Vuelvo a recordar con quién he vivido qué
en cada esquina y sobretodo y por desgracia la mayoría de recuerdos eran
tiempos mejores.
Tiempos en los que papá estaba,
salvándome de la realidad (aunque eso a la larga me ha hecho bastante daño) pero
estaba.
Tiempos en que tenía sueños, dinero,
menos años y sobretodo, tiempos en los que nada parecía especialmente grave y
todo parecía jodidamente fácil.
Rincones y personas. Por todos lados….
La puta memoria. Los puñeteros recuerdos.
Cíclicamente cada verano parece que
sucede ese momento de soledad en lo que todo lo anterior fue mejor que lo
presente.
En los que echas de menos y en los que
piensas ¿cómo he llegado hasta aquí? Porque no estoy segura de estar donde
quiero estar.
E me ha dicho hoy que tal y como esta mi
situación general le preocupa cuánto sonrío y cuánto humor le pongo a todo y
esta capacidad mía de estar “bien”, y ser “el alma de la fiesta” cuando
realmente mi vida se desmorona.
Hay momentos en los que la vida de las
personas se desmorona y estoy hasta los cojones de ocultarlo.
Desde que mi padre murió nada ha sido
fácil. Vale.
Pero hay momentos donde las cosas se
vuelven más negras y estallan.
Si por estallar os cuento que hoy le he
dicho a mi madre:
“Desde este momento tu y yo no somos más
madre e hija” quizás me entendáis.
Me arrepiento profundamente. Obvio.
Pero la ira, las lagrimas, la impotencia
en mitad de la pelea me ha llevado a eso.
A veces siento que mi madre solo puede o
sabe querer a una hija perfecta que NO existe.
Y yo soy incapaz de estar a la altura de
sus expectativas, porque, premio..yo soy de todo, de todo menos perfecta.
Y es imposible. Nuestra relación a veces
es sencillamente imposible.
Sé que una madre es una madre y no tiene
que ser una amiga, pero hostia, por lo menos humana. A veces una necesita
encontrar en una madre a una confidente, a una semejante, a otra chica
dispuesta a darte un beso en la mejilla.
Y mi madre es incapaz.
Seguro que yo hago muchas cosas mal, pero
me esfuerzo.
El problema es que por mucho que me
esfuerce no puedo cambiar el hecho de que soy humana y no sé ser la hija de una
persona que solo sabe querer a alguien programado. A alguien perfecto. A
alguien a gusto y semejanza suya.
Asique hoy, he llorado un puto río de
lagrimas y luego me he vestido y me he puesto el maquillaje de “yo puedo con
todo” y me he largado con mis amigas, luego con unos cuantos amigos que se nos
han unido y sí, he acabado yo sola allí con todos ellos. Con esa puta mueca
como diría Sabina que a todos los demás les parece una sonrisa.
Y luego, como no, volviendo a casa sola,
con heridas en los talones por las putas converse y pensando que nada se parece
a lo que yo alguna vez soñé.
Tengo que poner un puto y final a todo
esto.
No voy a especificar aquí porque por
mucho que sea mi diario hay cosas que deben quedarse de puertas para dentro. No
por nada eh, simplemente porque no me sale sacarlas aquí. Al menos por el
momento.
Tengo que agarrar mi vida y decidirme. Y
eso implica tomar decisiones que no son fáciles, ni agradables y que seguro que
conllevan muchos llantos en soledad (aunque a eso estoy acostumbrada.)
Pero actualmente, menos la “faceta”
amigas, porque eso sí, tengo una familia acojonante. Me refiero a la elegida.
Tengo las mejores amigas del mundo y mi mayor apoyo, porque en muchas otras
cosas me siento profundamente sola y herida.
Pero menos en ese aspecto, todo, y cuando
digo todo es todo anda del revés.
No pretendo que esto sea una entrada
dramática ni mucho menos.
Pero la vida. La vida iba enserio y yo he
tardado mucho en comprenderlo.
Y después de la discusión de hoy y de las
palabras dichas por ambos lados, nada puede seguir igual. Tal vez en un tiempo,
pero hacen falta cambios.
Cambios de mierda porque soy consciente
de lo duros que van a ser.
Pero tenga la sensación de que de una
puta vez necesito agarrar mi vida por los cuernos y torear. No puedo seguir
dónde estoy en todos los aspectos.
Personalmente, quiero decir respecto a
introspección, conocerme, quererme y todas esas moovies ando de puta madre.
Que sí, que mi psicóloga y to kiski estan muy orgullosos de mi y yo
también (todos menos mi madre que tan pronto esta orgullosa de mi como me dice
que soy la última mierda y que la agredo y que no confía una puta mierda en
mi)… pero bah, que sí, que lo que tiene que ver con soportarme, darme prioridad
y querer sacarme adelante y mimarme pues va mucho mejor.
Nada de lo escrito aquí tiene que ver con
eso.
Tiene que ver con millones de cosas más y
tampoco son precisamente románticas.
El amor es y será siempre una movida.
Menos mal por otro lado.
Y claro que estoy un poco hasta los
cojones de volver sola de noche sin un beso, sin un brazo que me rodee o sin
nadie a quién le importe mis buenas noches.
Pero actualmente es lo de menos.
Eso llega. Y buscarlo o conformarse ya
tengo muy aprendido que no va conmigo ni va a ir. Paso de seguir mintiéndome.
Todo esto va con muchas otras cosas igual
de fundamentales que no están pasando ni están dónde deberían estar porque
todos los veranos hay una puta madrugada de soledad, volviendo con heridas en
los pies y canciones específicas dónde me vuelvo a preguntar con cierta
nostalgia: Quién fui. Quién soy. Y qué quería ser.
Ojalá pudiese explicar mejor todo lo que
me pasa.
Hay personas que quizás saben huir de sus
problemas mejor.
Que estarán pensando dónde veranear
dentro de unos meses o que estén ya tomando el sol.
Personas que lo tengan más fácil o que
silencien al pepito grillo.
Pero creo que he llegado a ese punto (y
mira que fui buena en silenciar a mi propia cabeza, conciencia y realidad)
donde ya no puedo y parece que no quiero huir de toda la metralla que se está
disparando en mi cabeza.
De toda la cantidad de mierda que llevo
acumulando desde mi padre se fue y empecé a darme cuenta de que el mundo de
puto rosa en el que vivía no era verdad.
Y para los que no lo entendáis no hablo
de la muerte. No solo de eso.
La muerte es un ostión incalificable.
Pero todo lo que me ha ido viniendo después y yo escondo con esta sonrisa y
este poder de socializar y tirar para delante como si todo fuese bien. Toda esa
mierda escondida que se acumula, cuando revienta… cuando revienta mancha y
duele mucho.
Son las dos de la mañana de una noche de
Junio.
Me duelen los talones.
Llevo un camisón negro de seda (odio los
camisones soy de camisetas anchas y bragas pero no había otra cosa) y escribo
frente al ordenador con este aire que me da desde el balcón que me puto gusta,
un moño mal hecho y la cara pues a saber y pienso… que todo va a cambiar, que
voy a tener que hacer un antes y un después y que estoy harta de que cíclicamente
las madrugadas me duelan.
A quién se haya tragado toda esta mierda,
supongo que gracias.
Ni siquiera te he explicado bien que me
pasa porque lo sé. Y lo podría enumerar pero no quiero hacerlo aquí.
Y no, no es de amor, es de vida. Son
muchas cosas las que me pasan y siento no poder contártelo.
Pero si has llegado hasta aquí, pues
joder gracias.
Porque de alguna manera y aunque nunca lo
sepamos, has estado conmigo aunque sea en la distancia.
Y no sabes cuánto necesito no sentirme
tan sola algunas veces.
L.
" Yo le dije tú tranquila, la vida aquí
No se te acaba, no se te acaba"
No se te acaba, no se te acaba"
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